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Se viene la Conferencia Nacional del Partido: 3, 4 y 5 de agosto

(Vía radionuevomundo.cl). El Secretario General del Partido Comunista, Lautaro Carmona, informó que este viernes comienza la Conferencia Nacional de la colectividad, a partir de las 10 de la mañana, en el Salón de Honor del Congreso Nacional sede Santiago, donde asistirán dirigentes sindicales, invitados del mundo social y del conjunto de partidos de la oposición. 

7 de julio: “Encuentro para un nuevo Chile” invitación de partidos politicos de oposición a sus dirigentes de movimientos sociales y de base de la RM

LO QUE NOS UNE

En las actuales circunstancias económicas, sociales, políticas, religiosas y culturales que vivimos los chilenos y las chilenas se reflejan los estados de ánimo de las personas, del pueblo. Se respira un clima de malestar y desesperanza, de incertidumbre y desconfianza frente al abuso, la violencia y la inseguridad.

Precisiones de Guillermo Teillier sobre actual escenario político: “Hay sectores que quieren establecer un “anillo de los elegidos”, dejando fuera a “excluidos” a los que sólo se convocaría para ganar elecciones nada más”

Teillier, en entrevista a fondo con el periódico digital elsiglo.cl,  cuestionó exclusiones dentro de la oposición. Habló de la próxima Conferencia Nacional del Partido Comunista, de la “sequía legislativa” del gobierno de Piñera, de temas laborales y sobre América Latina.

A continuación principales párrafos, preguntas y respuestas frente a la contingencia con importantes definiciones sobre el cuadro político: “…dentro de la oposición hay sectores que quieren establecer un “anillo de los elegidos”, dejando fuera a “excluidos” a los que sólo se convocaría para ganar elecciones, nada más. Teillier estableció: “La pregunta es qué va a prevalecer, la posición unitaria, sin tapujos ni exclusiones que se fortalece en la base ciudadana y social y de los propios partidos o las posiciones ambiguas y excluyentes que se tratan de imponer desde algunos sectores políticos”.

También expresó preocupación por lo que está ocurriendo en el mundo laboral, con aumento de despidos y proyectos de flexibilización en derechos. “Será necesario levantar una barrera ante los intentos de precarizar más las condiciones de los trabajadores chilenos”, indicó.

Al hablar de América Latina estableció que no hay un repliegue de la izquierda y el progresismo y puso varios ejemplos que darían cuenta de que lejos de una consolidación de la derecha, hay un “avance de fuerzas sociales y políticas progresistas y de izquierda”. Sobre la insistencia de partidos de derecha de meter al PC en temas de procesos de otras naciones, como Venezuela o Nicaragua, Teillier aseveró que ese sector usa “conflictos en otros países para convertirlos en factor para la división de fuerzas opositoras en Chile”.

Sobre la unidad y el PC como “piedra de tope” el diputado expreso: “Aún no he conversado con los presidentes recién electos del Partido Demócrata Cristiano (PDC) y el Partido Por la Democracia (PPD) y no tengo una versión directa de sus posiciones. Me da la impresión que en esos partidos existen tensiones respecto a cómo asumir una política de alianzas políticas, si hacerlo con todos los partidos de centro izquierda o excluyendo a algunos, salvo en los eventos electorales en los cuales nos dicen que podríamos estar todos. Nos están diciendo al PC y al Frente Amplio que podemos ir todos juntos a la elección presidencial, elegir un Gobierno, pero no todos podrían participar de este.

Agrega: “Un círculo interior de “elegidos” en el gobierno y fuera de ese anillo los otros, los excluidos, solo apoyando desde fuera. Poner así las cosas deja a la derecha en las mejores condiciones para continuar cuatro años más en el Gobierno, en las alcaldías y en las gobernaciones regionales. Y podría también abrir la posibilidad de que fuera de ese “anillo de elegidos” se conformara una tercera vertiente no dispuesta a participar como comparsa y solo para dar sustento a los cálculos meramente electoralistas de algunos. Creo que Chile necesita algo distinto, muy distinto. Por ahora se observa que dirigentes, militantes, parlamentarios, alcaldes, concejales, dirigentes sociales de todos los partidos de oposición hacen esfuerzos por llegar a acuerdos tras objetivos concretos frente a la coyuntura y en una búsqueda de cómo seguir avanzando hacia el futuro de manera unida, lo que consideramos estratégico frente a una eventual definición con la derecha. La pregunta es, qué va a prevalecer, la posición unitaria, sin tapujos ni exclusiones que se fortalece en la base ciudadana y social y de los propios partidos o las posiciones ambiguas y excluyentes que se tratan de imponer desde algunos sectores”.

Al Gobierno se le acusa de “sequía legislativa” y el Gobierno respondió que hay “obstruccionismo” de la oposición. ¿En qué estamos en estos momentos con la agenda legislativa?

Hay sequía legislativa. No tengo dudas que el Gobierno enviará varios proyectos, pero se ha demorado y hay temas en los que se ha perdido un precioso tiempo legislativo. Por qué la demora, porque no es el Gobierno tan eficiente del que se ufana la derecha, reconocido por algunos de ellos mismos, y porque está construyendo proyectos dirigidos a desandar el camino de reformas del Gobierno anterior y para ello necesita comprometer votos en el Congreso donde está en minoría. Ya está atrasado el envío del proyecto sobre reajuste del salario mínimo y la Reforma Tributaria y la Reforma Laboral, sin duda están en la mira del Gobierno y el gran empresariado para adecuarlas a sus intereses.

Preocupación expresó sobre la votación de algunos diputados de oposición y su actuar “independiente”: “Bueno, el rechazo de la acusación constitucional al Ministro de Salud da a pensar que en las bancadas de oposición ya hay parlamentarios dispuestos a votar sí o sí por el Gobierno. No todos los que votaron contra la acusación, pero que los hay, los hay”.

Se viene una Conferencia Nacional del PC. ¿Para qué se hace, cuáles serán los temas?

Sería largo enumerar temas, pero su propósito es terminar el análisis de las causas de la derrota política electoral, poner de relieve los avances logrados por el Gobierno en el que participamos y establecer los lineamientos políticos y programáticos hacia el futuro mediato e inmediato. Vivimos un  nuevo momento político, somos oposición a un Gobierno de derecha, y en el plano latinoamericano enfrentamos la agudización de las políticas intervencionistas del Gobierno de (Donald) Trump y el alineamiento con esas políticas de la derecha y sectores socialdemócratas y socialcristianos, con el propósito de evitar la convergencia de grandes mayorías nacionales y limitar los procesos de reformas sociales y políticas a los marcos que impone el modelo neoliberal. Significa también un resquebrajamiento de la integración de los países de centro y sur América.

¿Esa Conferencia va a incluir reacomodos orgánicos, modificaciones de estructura del PC, cambios de dirigentes para este periodo político?

Todos los reacomodos necesarios y posibles para tener un instrumento de Partido capaz y dispuesto a llevar adelante nuestra política. Se crean nuevas direcciones de trabajo, se propenderá al reforzamiento de las orgánicas intermedias, una redistribución de las responsabilidades de los dirigentes, una profunda campaña de educación y una incorporación de nuevos militantes activos que provengan de los miles que han adherido a nuestros registros. Desde luego nos interesa potenciarnos para los eventos electorales, pero a la par y tan importante como ello nos interesa elevar nuestra presencia en el mundo social y contribuir a la lucha por sus demandas.

El PC y sus desafíos electorales:

Cuando fueron las municipales a ustedes no les fue muy bien. En las parlamentarias subieron su representación, pero se mantienen en un  5% de votación. ¿Cómo ve el desafío de crecimiento electoral del PC?

Es nuestro desafío, muy importante, incrementar nuestra votación en la elección de concejales. Y en ello nos jugaremos a concho. La Conferencia establecerá el cómo.

¿Cómo ve usted el futuro más cercano de la izquierda chilena? ¿Dónde deberían estar los énfasis?

La izquierda chilena es una gran fuerza, pero a veces nos creemos la forma como nos etiquetan y tratan de convertirnos en una especie de guetto ideológico, que limita con un centro difuso o con una llamada clase media también difusa en sus límites. Hay una deformación en la conciencia social en cuanto a pertenencia, pero sí  hay  reivindicaciones sobre temas valóricos y medioambientales, étnicos, de calidad de vida  que atender con urgencia, sin dejar de atender la base de las diferencias sociales, las contradicciones de clase en el proceso de producción. Lo claro es que la izquierda debe salir del  guetto que nos asignan nuestros adversarios, porque en la sociedad conviven clases sociales, la principal la de los trabajadores. También distintas capas sociales, hay diversos intereses en juego, la inmensa mayoría de los asalariados, también una gran parte de pequeños y medianos empresarios, intelectuales, profesionales, mujeres, hombres, jóvenes y viejos, todos buscan respuesta. Construir un programa y una estrategia de desarrollo sustentable, con empleos dignos, es una prioridad hoy día.

Preocupación por América Latina:

La derecha evidentemente está usando los conflictos en otros países para convertirlos en factor para la división de fuerzas opositoras en Chile. Tendrán éxito si no se crea una cultura de la convivencia de las diferencias, es un desafío. La injerencia extranjera que se da hacia otros países también se instala en nuestro país y mete la cola en nuestros asuntos. Claro que no vamos a dejar por eso de expresar nuestra posición contraria a la intervención y la injerencia y de respeto por la autodeterminación de los pueblos, en favor del diálogo y la salida política cuando se instala la confrontación violenta, fuente de atropellos de los derechos de las personas y contraria a la Paz y la convivencia. Bastaría que Estados Unidos deje de intervenir, para producir una distención que el continente necesita. (Barack) Obama abrió una pequeña esperanza, Trump la está echando al tacho de la basura y en Chile no faltan los que se alegran y tratan de sacar provecho de ello.

¿Preocupa el avance  de la derecha en Latinoamérica?

Desde luego que sí,  pero confiamos en los pueblos y en los trabajadores. Por lo demás, es un avance relativo. En Brasil, Michel Temer no da más con las acusaciones de corrupción y todo el mundo sabe que para la elección presidencial la mayoría la tiene Lula Da Silva y si persisten en tenerlo preso, ganará el candidato que él respalde. En Argentina, Mauricio Macri está en una debacle, hace unos días le hicieron un paro general de proporciones. En Colombia, Gustavo Petro, el candidato de izquierda, rompió décadas de binominalismo de dos partidos de derecha, pasó a segunda vuelta y obtuvo más de ocho millones de votos. Andrés López Obrador está por ganar en México. Es decir que hubo triunfos de la derecha pero lo importante es el avance de fuerzas sociales y políticas progresistas y de izquierda.

¿Están en repliegue las fuerzas progresistas y de izquierda, se están reorganizando…?

No hay repliegue, hay derrotas ante una nueva estrategia imperial para América, nuevas formas de desestabilización y golpes de Estado “blandos”, guerra económica, bloqueo, amenaza. Están también los errores que comete la izquierda, las divisiones y la derecha actúa sobre esa base. Además, como le decía antes, lo que vemos es una movilización de las fuerzas progresistas y de izquierda, en lo social, lo político y electoral. Hay una ofensiva democratizadora y antineoliberal en América Latina.

¿Qué importancia la atribuye al Foro de Sao Paulo que reunirá a toda la izquierda latinoamericana el próximo mes?

Es una reflexión necesaria sobre la nueva situación en el mundo y especialmente en América Latina. Será una oportunidad única de encuentro, reflexión e intercambio entre partidos y movimientos de izquierda. Adelanto, para que no vayan a empezar con cantinelas, que allá en La Habana, donde será el encuentro, se va a dialogar, a conocer, nadie impondrá una línea a nadie. Es la convergencia del diálogo de partidos democráticos, progresistas, de izquierda, socialistas, comunistas e incluso socialdemócratas de nuestra América, da la impresión que esta vez el diálogo se dará también con partidos de Europa, Asia y Africa.

La alerta hacia el mundo sindical  y del trabajo:

Hay empresarios y medios de prensa que le echan la culpa a los sindicatos y al PC del cierre de empresas. Hay varias que ya cerraron con numerosos despidos.

“Es una falacia de empresarios y el Gobierno de derecha para desacreditar la reforma laboral, la negociación colectiva, la organización sindical. Hasta en la prensa especializada se mostró que las demandas y las cortas huelgas de trabajadores no tuvieron nada que ver. Hay mala gestión, hay problemas propios de este libre mercado que afecta a los asalariados. Sumemos los cientos de despidos en el sector público, en varios medios de comunicación, en otras empresas. Los responsables son otros, es una grosería decir que son los trabajadores”.

Hay una agenda laboral del Gobierno que pasa algo desapercibida: empleo juvenil, teletrabajo, revivir los grupos negociadores por sobre los sindicatos, no subir mucho el salario mínimo.

“Hay un esfuerzo del gran empresariado por instalar una mayor flexibilización y adaptación laboral. Somos contrarios a una política que otorgue por esta vía más beneficios patronales. En todo caso estamos atentos a la voz de los trabajadores. Será necesario levantar una barrera ante los intentos de precarizar más las condiciones de los trabajadores chilenos”.

 

 

Teillier en entrevista con diario El Sur de Concepción: Llamado a la unidad de la oposición en encuentro local del PC

(Ver nota en el diario El Sur http://www.elsur.cl/impresa/2018/06/18/full/cuerpo-principal/4/ ). Ante un centenar de militantes y simpatizantes locales del Partido Comunista (PC), el presidente nacional de la colectividad de izquierda, Guillermo Teillier, explicó en Concepción el rol que el PC desarrolla hoy en la oposición.

 

En la actividad denominada como “Ampliado del PC Regional” y que se realizó este fin de semana en la Fundación Fernando Alvarez de calle Serrano, también participaron el ex diputado de Atacama Lautaro Carmona y el secretario regional de la colectividad, Iván Quintana.

Guillermo Teillier hizo un llamado a la unidad de todos los partidos de oposición, incluida la Democracia Cristiana (DC), con quienes durante el gobierno pasado vivieron constantes roces bajo la convivencia en la Nueva Mayoría.

“Nosotros como PC hemos definido que para hacer una oposición eficaz a este gobierno debemos buscar la más amplia unidad de todas las fuerzas opositoras. Lo hemos logrado en el Parlamento al conseguir la mesa de la Cámara y el Senado y las presidencias en casi todas las comisiones de trabajo de la Cámara Baja. Eso nos da la opción de ser un contrapeso con el gobierno, sin pretender ser obstáculo para que se produzca la discusión de las leyes. No lo queremos ser, no le queremos quitar el agua y la sal al gobierno”, dijo Teillier.

En ese sentido, el líder del PC también aseguró que apoyarán las medidas legislativas que proponga el gobierno y que sean positivas para el país.

“Lo que sea positivo lo vamos a apoyar, pero lo que venga en letra chica, que quiera confundir a la opinión pública, que permita producir retroceso en la reforma previsional, tributaria o en la reforma laboral, no lo vamos a permitir”, enfatizó.

También Teillier aseguró que cumplirán un rol propositivo y que tiene que ver con ofrecer alternativas a las discusiones legislativas que se desarrollan hoy en materias como la infancia y la agenda pro mujer.

Desde el FA a la DC

Sobre el llamado a la unidad de la oposición, el líder nacional comunista argumentó que una eventual coalición debe ir más allá de lo que fue la Nueva Mayoría y contemplar a todas las fuerzas de centro izquierda.

“Creemos que una nueva convergencia político social para disputar espacios de poder debe conformarse mucho más allá que una Nueva Mayoría”, dijo Teillier.

Agregó que “debe ser una coalición en la cual converjan todos los partidos de centro izquierda. Sin ninguna exclusión. Debe ir desde la DC hasta el Frente Amplio. Como la Nueva Mayoría hoy no existe, esta debe presentarse como una convergencia más amplia, que también tiene que repensar un programa o una propuesta al país, distinta, en que estén todas las opiniones”.

50.791 milintantes

Tras el último balance del Servicio Electoral, el PC es el partido que suma más militantes en el país tras el refichaje del año pasado. Le sigue Revolución Democrática.

Acto en municipio de Concepción donde por iniciativa del Concejo con apoyo del Alcalde Ortìz (DC) se dio el nombnre de el ex regidor comunista Carlos Contreras Maluje al salón de honor.

Entrevista de Radio U. de Chile a Guillermo Teillier: “Un gobierno progresista no da sin la DC”

(Vía radio.uchile.cl)  El timonel del Partido Comunista está convencido de que la única forma de volver al poder es a través de un acuerdo que vaya desde la DC hasta el Frente Amplio, con el PC como engranaje entre fuerzas progresistas y de izquierda. Teillier repasa acá las fallas del gobierno de Bachelet -como el no cierre de Punta Peuco-, la nueva cara de la derecha y el rol del Tribunal Constitucional (a quienes piensan en acusar constitucionalmente).

Por: Martín Espinoza C.

Guillermo-Teillier

– ¿Un cafecito, compañero Guillermo?

Guillermo Teillier dice que no, pero que gracias, mientras apoya su espalda en el respaldo de su silla. No se le ve tenso.

– Y aprovecho de pedirle una firmita, compañero Guillermo, le dice la misma mujer.

Hay cosas que en el Partido Comunista no cambian y que probablemente se mantendrán como tradiciones por el resto de su historia. Pero hay otras que sí han cambiado, por ejemplo, su táctica. Hace cinco años tomaron la controvertida decisión de aliarse con las fuerzas del conglomerado del cual habían sido históricos opositores, dando forma a la Nueva Mayoría, un proyecto que, según Teillier, no es un conglomerado, pero que sigue enmarcándose dentro de lo que el Partido Comunista promueve: un gran acuerdo de las fuerzas de oposición.

El PC y el gran bloque opositor

¿En qué está el Partido Comunista hoy? ¿Está trabajando alianzas, articulándose como oposición? ¿Hacia dónde tienen puestos sus ojos?

Nosotros estamos por una convergencia política y social muy amplia. Seguimos reuniéndonos con todos los partidos de la Nueva Mayoría -o ex Nueva Mayoría-, salvo la Democracia Cristiana (DC), que está en un proceso de discusión interna compleja y que nos han dicho que no van a participar mientras no tengan el consenso para ello. También hemos iniciado importantes lazos con el Frente Amplio. Han sido buenas las conversaciones que hemos tenido, incluso en la cámara logramos un acuerdo desde la DC hasta el FA para ganar la mesa de la Cámara y la presidencia de las comisiones, lo que es bastante importante.

¿Con qué velocidad avanza este proceso?

Yo creo que poco a poco eso va a ir caminando. No creo que tan rápidamente se puedan conformar acuerdos o pactos. Nosotros buscamos acuerdos sobre puntos concretos. Ahora, indudablemente que en la medida en que se acercan las elecciones municipales y de gobernadores regionales, se van a acelerar las conversaciones, al menos para conformar pactos electorales. Ahora, yo creo que los pactos electorales tienen que ir más allá. Tengo la idea de que, si no nos ponemos todos de acuerdo, podríamos perder todas las gobernaciones, porque los gobernadores se eligen con un 40%. Y en relación a los alcaldes vislumbro el tema muy, muy, muy complejo.

¿Cómo evalúa la experiencia de haber compartido un proyecto programático con la DC?

Bien. Fue complejo porque la DC desde muy temprano empezó a plantear los matices, es indudable que nosotros queríamos avanzar rápido y ellos no. Habían intereses disímiles. Nosotros sabíamos desde un comienzo que armar una convergencia con ese nivel de diversidad era complejo, pero finalmente todos votamos a favor.

¿No es un buen momento este, de la crisis de la DC, como para pactar sin ellos y mirar para otro lado?

Lo pongo en términos prácticos: La DC tiene 14 diputados. El gobierno necesita 6 para tener mayoría en la Cámara. Echamos para afuera a la DC y no tenemos una oposición que pueda lidiar con alguna posibilidad de éxito. Pasarían todos los proyectos del gobierno como por un tubo. Por otro lado, si quisiéramos tener un nuevo gobierno de centro izquierda, progresista, sin la DC yo creo que no da. Conozco harto la historia de Chile y por experiencia sabemos que no da.

En su propuesta de consolidar una fuerza opositora unificada habrían visiones muy heterogéneas. ¿Por qué lo ve factible?

Nosotros fuimos 20 años opositores duros de la Concertación, pero caímos en la cuenta de que había que buscar alguna fórmula para poder entrar en el debate y crear condiciones para seguir avanzando en el proceso de reformas. Yo creo que el Frente Amplio también se va a dar cuenta. La política es un arte. Por razones ideológicas podríamos estar eternamente peleando con la Democracia Cristiana, pero ¿qué sacaríamos?

Se entiende que la táctica del PC para este periodo es hacer alianza con fuerzas progresistas. ¿Cuánto tiempo de proyección le ve el Partido a esa táctica? ¿Cuánto aguanta el PC dentro de una alianza de corte progresista y no una que, en vez de administrar el modelo, aspire a removerlo?

Este modelo está basado en una institucionalidad concreta, que la dejó establecida Pinochet en la Constitución que nos rige. El principal objetivo para este periodo es cambiar la Constitución. Eso, para nosotros, es avanzar en pro del cambio del modelo. Es muy difícil que pueda cambiar el modelo si no cambia la institucionalidad.  Algo se avanzó en el gobierno anterior en hacer conciencia de la necesidad de cambiar la Constitución, pero es una tarea difícil.

Una vez cambiada la Constitución, ¿se evaluaría una nueva táctica?

Es posible que sí, pero si no se cambia en lo sustancial, que tiene que ver por ejemplo con el papel del Estado, es muy difícil. En Chile el Estado no puede nada de aquello que puede hacer el sector privado. El Estado está desmantelado de potestades para, por ejemplo, incidir en el desarrollo y crecimiento del país. No es que queramos expropiar todo, ni desmantelar la empresa privada. Queremos que el Estado tenga un estatus distinto, como incluso ocurre en otros países capitalistas.

En ese contexto, ¿cómo se evalúa el proyecto de Nueva Constitución y el proceso constituyente del gobierno de Bachelet?

El proceso constituyente es difícil porque se necesita para la reforma constitucional un quórum calificado que hoy día no existe. El proyecto que mandó no tiene asidero mientras no se hagan las reformas constitucionales que establezcan cómo se va a discutir la nueva Constitución.

¿Qué de marxista-leninista tiene el Partido Comunista hoy en día?

Mucho. El marxismo sigue siendo una teoría válida. Eso no quiere decir que consideremos el marxismo como una receta de cocina. Es una teoría y hay que adaptarla a las circunstancias, pero es un método para la discusión y la interpretación de la realidad. En relación al leninismo, Lenin aplicó el marxismo en una realidad concreta. Nosotros tenemos que aprender de Lenin a aplicar el marxismo en nuestra realidad concreta. Además, Lenin de alguna manera concibió a los partidos comunistas en su forma de organizarse y de actuar. En ese sentido mantenemos harto del leninismo, pero no es un dogma. Hemos aprendido a ser un partido no dogmático.

¿Es feminista el Partido Comunista?

Por lo menos hemos dejado el machismo de lado, creo. Iguale existe dentro de nuestras filas, como en las de todos los partidos. Lo principal en este caso es reconocerlo y tratar de remediar esa situación. nosotros hemos dado pasos importantes. El Comité Central es paritario. Nos falta dar el paso en los organismo regionales.

Tiempos mejores

¿Cómo van estos primeros días de oposición? ¿Qué reflexiones han llevado y cómo se están organizando?

En el pleno del Comité Central que hicimos en enero vimos que era muy prematuro adelantar cómo nos íbamos a mover frente al gobierno, porque todavía no estaban claras sus líneas de acción. Ahora ha ido quedando más claro. Primero, creo que toda la oposición fue sorprendida por este llamado a las comisiones de trabajo de niñez y seguridad. Nosotros nunca fuimos a la comisión de niñez. Sin embargo, analizamos el tema y decidimos no ir ni aunque nos invitaran, porque el hacerlo fuera del Congreso nos parece muy inapropiado. Además, no creemos que lleguen a planteamientos muy novedosos.

¿Por qué cree que hay personas de partidos de oposición que aceptaron participar?

Todos los partidos, menos el socialista que está en nuestra misma propuesta, están en controversia interna por este tema. Esto nos ha dado la posibilidad de que los partidos de oposición se reestructuren, sobre todo para empezar a tener propuestas conjuntas como partidos de oposición ante temas concretos.

¿Qué temas?

Por ejemplo, en el tema tributario o en el de niñez. Yo podría decir que ya está más claro lo que va a hacer el gobierno. Uno ve el discurso de la última etapa de la campaña, conciliador, algo populista. Tuvieron que tomar los temas de la Nueva Mayoría, entonces este discurso de la unidad nacional se ha ido diluyendo porque ha ido apareciendo la verdadera cara de la derecha, que es siempre la misma. La derecha no ha cambiado. Vienen todos los intentos de cambiar el tema de la objeción de consciencia, el tema de educación superior en el lucro, lo quieren hacer con las reformas laboral y tributaria… Existe una ofensiva al respecto y, además, tuvieron una muy mala caída respecto del tema de derechos humanos y reparación con el injustificado retiro del proyecto que le entregaba una pequeña reparación a los ex presos políticos.

¿No cree que exista cierto nivel de responsabilidad del gobierno anterior por no haber amarrado algunos de los temas que usted acaba de mencionar? Mencionaba el tema del lucro en educación superior, y la ley de aborto tres causales, por ejemplo…

Eso lo tendrán que asumir los ministros o la Presidenta. Respecto al tema de la objeción de consciencia, hay un tema con el Tribunal Constitucional (TC). Lo mismo con el lucro en la educación superior. No es que nosotros lo hayamos dejado pendiente, es que el TC le cambió el fondo a la ley. El TC, desde nuestro punto de vista, ha cometido una falta, por eso hemos presentado un juicio en lo civil, y estamos pensando algo que aparece como insólito: una acusación constitucional contra el Tribunal Constitucional, por haberse desmedido en sus funciones. No cumplió con el papel de armonizar la ley, sino que lo que hizo fue legislar; se atribuye funciones que no le competen. Eso no es responsabilidad del gobierno anterior. Es responsabilidad del Tribunal.

¿Y la agenda de reparación, con este proyecto que bloqueó el oficialismo?

Eso se podría haber cerrado antes. Ahí habría que ver la responsabilidad de todos. Las organizaciones de ex presos también alargaron mucho la discusión. Yo estuve metido en eso, lo sé totalmente. Era difícil conciliar las partes.

¿Y no fue que faltó la voluntad del ministro o la Presidenta?

Me da la impresión de que en ese tema no. Lo que tal vez faltó fue tratar de acoger de mejor manera a las organizaciones de ex presos, que son muchas, y que en oportunidades estuvieron divididas, pero el gobierno podría haberlo hecho a pesar de esa división. En el ánimo de respetar lo que decían los ex presos políticos yo creo que se dilató mucha la discusión.

¿Y con el no cierre de Punta Peuco?

Ahí nuestra crítica es bastante más seria. Eso debió haberse concretado mucho antes. Yo no tengo idea lo que pasó, algún día se aclarará, pero fue un muy mal término de gobierno. Fue bochornoso.

Usted mencionaba que esta derecha que había tratado de dar indicios de unidad, en verdad no era tal, que era la misma derecha de siempre. ¿Es la misma derecha la que gobierna hoy y la que gobernó entre 2010 y 2014?

No es la misma que gobernó con Pinochet, aunque hay algunos que sí. Pero es la misma que gobernó en el primero turno de Piñera. La derecha en esencia no cambia. Ellos defienden determinados intereses y los van a seguir defendiendo independiente de una agenda valórica. Ellos van a seguir defendiendo a las grandes empresas. Ahora, es la misma derecha, pero ha mejorado su táctica. No es que sea una derecha social, si los que componen el gobierno no han cambiado de rango social. Han sabido congeniar sus intereses con la necesidad de atender ciertas demandas que son urgentes en Chile, que no se han resuelto y que difícilmente se van a resolver. Ha surgido cierto populismo de derecha, claramente.

El espectro político que va desde el PC hacia la izquierda tiene un discurso que apela a los y las trabajadoras, al “pueblo”. Según su perspectiva, ¿por qué este “pueblo” vota por la derecha? ¿En qué falla el PC que todavía no logra convocar a la clase trabajadora?

El pueblo también elige a comunistas, pero los comunistas estuvimos 20 años excluidos de la arena política, por eso peleamos por cambiar el sistema electoral. Ahora hay un sistema proporcional que ha cambiado la correlación de fuerzas dentro del Parlamento, y así surgen otras fuerzas de izquierda que no estaban representadas. A los partidos no solo hay que medirlos por la votación que alcancen, sino por la capacidad de hacer alianzas y de buscar acuerdos para hacer programa. El Partido nunca ha tenido crecimientos exponenciales, porque también hay un anticomunismo exacerbado que se ha mantenido como en tiempos de Guerra Fría. Ese anticomunismo también les juega en contra. Hay partidos que han jugado al anticomunismo y que hoy se están dividiendo.

 América

La bancada del PC estuvo ausente en la votación de la Cámara en la que se aprobó el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Uruguay, un tratado que podría ser otro avance en la liberalización económica de la zona. ¿Por qué?

Ese día fue cuando se dio el tema del retiro del proyecto de reparación de los ex presos políticos y estuvo la puesta en escena del diputado Urrutia, que hizo que todos saliéramos. Por eso no estuvimos. Hoy los TLC casi no forman parte de la confrontación ideológica. Forman parte de una nueva realidad mundial respecto a la cual todos tenemos que pensar. La globalización se impuso. Con respecto a lo de Uruguay, teníamos posiciones de organizaciones que estaban muy en contra y, por otro lado, el gobierno de Uruguay, que estaba muy a favor. Uruguay no es ninguna potencia económica que vaya a poner en peligro la economía de Chile. Estábamos en un trance entre lo ideológico y lo práctico, pero no es que hayamos corrido para no votar. Nosotros dijimos: “Nosotros no vamos a entrar a votar mientras no nos pida disculpas este energúmeno”.

Usted conoce a Díaz-Canel, el nuevo Presidente de Cuba. ¿Qué opina de su figura y qué cree que puede cambiar en Cuba con su administración?

He estado en tres reuniones con él. Me parece una persona muy versada en temas de economía, temas internacionales… Conoce muy bien Cuba. Está muy claro de que había que hacer cambios en la economía de Cuba. Hace unos cuatro años, cuando nos reunimos con él y Raúl Castro en Cuba,  me quedó claro que él había estado metido en todo esto de la diversificación de la economía, pero siempre muy claro de que allá el sistema socialista se mantiene. En Cuba han cambiado muchas cosas, pero con Díaz-Canel el sistema socialista no va a cambiar.

¿Esta apertura económica es un avance, un progreso?

Yo creo que sí. Todos los países necesitan la interrelación económica. Antes había una intensa relación dentro de los países socialistas, pero cuando cae la URSS eso se acaba y Cuba entra en una crisis que pudo haber sido terminal.

En Nicaragua se viven días de mucho conflicto. El Presidente Ortega está viviendo su peor crisis en 11 años de gobierno, con manifestaciones importantes, y ante tal ha aplicado la represión de las fuerzas del Estado, dejando decenas de muertos. ¿Debería la izquierda internacional tomar una postura crítica al respecto?

Yo no sé si los gobiernos de izquierda o derecha se caracterizan por el uso de la fuerza pública. Todos tienen que hacerlo por igual. El Estado siempre es represivo. En mi concepción, tiene que desaparecer el Estado. No pidamos que en una etapa de acomodamiento no se vayan a usar estos instrumentos. Yo lamento las muertes en Nicaragua. La izquierda debiera tratar de no usar esos instrumentos que siempre los ha usado la burguesía, pero es complejo y en Nicaragua la situación siempre ha sido compleja. La violencia siempre ha estado presente. Nicaragua es un país que ha tenido un crecimiento sostenido y ha realizado políticas sociales bastante progresistas. Ojalá los esfuerzos que se están haciendo ayuden a restablecer la convivencia pacífica. Ahora, no me sorprendería -porque ya lo ha hecho Estados Unidos en ese y otros países- que haya una mano negra en todo esto.

Lautaro Carmona y la coyuntura: “Cada día que pasa el gobierno de Piñera se va sacando las caretas y muestra su real cara”

El Secretario General del Partido Comunista, Lautaro Carmona, sostuvo que la oposición debe actuar unida frente a las acciones antidemocráticas de este gobierno, que cada día muestra más su real motivación, mediante comisiones a dedo y ahora beneficiando a su vínculo más cercano, esto último a propósito del escándalo de nepotismo por el nombramiento del hermano de Sebastián Piñera como embajador. Así lo señaló el dirigente en entrevista con Radio Nuevo Mundo.

 

Lautaro Carmona destacó que hay puntos de encuentro entre el Partido Comunista y diversas fuerzas del mundo progresista: El primero, respecto a impedir que el gobierno lleve adelante su estrategia restauradora del modelo pinochetista, de la cual forman parte las intervenciones de José Antonio Kast y los dichos desafiantes del diputado UDI, Ignacio Urrutia, contra las víctimas de la dictadura.

 

El dirigente político señaló que hay otras coincidencias con sectores de oposición, para efectos de impedir un segundo gobierno de la derecha en el país e instalar en la agenda diversas exigencias ciudadanas, tales como el cambio al sistema previsional y el fin al lucro en la educación.

 

Por otro lado, Lautaro Carmona dijo esperar que la Democracia Cristiana supere la crisis que la ha llevado a perder militantes históricos, para seguir contribuyendo a la construcción de convergencias políticas en la búsqueda de una sociedad más justa.

 

Lautaro Carmona aseguró que se requiere de la construcción de mayorías políticas de centro izquierda, para impedir que siga avanzando la consolidación de un modelo neoliberal, porque estamos frente a una arremetida de la derecha internacional, encabezada por el presidente norteamericano, Donald Trump.