En el séptimo capítulo el programa Mujeres Comunistas, el panel estable analizó las razones de fondo que explicarían  las masivas movilizaciones que se han extendido por todo el país desde el 17 de octubre, cuando los estudiantes secundarios saltaron los torniquetes del Metro en Santiago, alegando por una nueva alza del precio del pasaje.

Desde esa fecha se han cometido graves violaciones a los derechos humanos por parte de las fuerzas policiales y militares en contra de los manifestantes, y que han alarmado a la población por el impactante saldo preliminiar de más 3500 personas detenidas, más de 1100 heridas, y casi 600 lesionadas por armas de fuego de distinto tipo. El balance es trágico con homicidios cometidos por agentes del Estado, 94 personas torturadas, de las cuales 18 tienen una connotación sexual, según el reporte entregado por el Instituto Nacional de Derechos Humanos.

En este sentido, la concejala por Recoleta Natalia Cuevas, adelantó un diagnóstico del “estallido social”, que marca un hito porque “se levanta el pueblo de Chile”, poniendo de relieve demandas de cambios estructurales. Estos hechos no se habían visto en los últimos años, pero no se trata de “hechos aislados”, dijo, sino que se trataría de una cadena de movimientos sociales y convocatorias que se agudizan con la llegada del gobierno de derecha en el 2018, con demandas por educación, salud y protección social no resueltas.

Si bien las grandes mayorías están manifestándose pacíficamente, también hay mucha violencia que “alimenta el actuar represivo del gobierno”, concluyó

Este movimiento que partió en Santiago, se extendió a todas las regiones del país, en el que los jóvenes han tenido un fuerte protagonismo en defensa de las demandas nacionales. Los niños y niñas que protestaron por el alza del pasaje del Metro, lo hicieron por sus padres, abuelos, y por toda la comunidad afectada con esta medida que a contrario sensu de la ministra de Transporte, Gloria Hut, no correspondía alegar porque a los estudiantes no se les había subido la tarifa. También denotó los “destiempos del gobierno” para reaccionar ante la movilización, porque anunció el congelamiento de la tarifa cuando ya la protesta social se había generalizado. Por esta razón el anuncio no hizo sentido a las personas que se movilizaron en el norte y en el sur de Chile que se levantaron por sus propias demandas.

El cambio al modelo aplicado en Chile

Por su parte la exministra de la Mujer y Equidad de Género, Claudia Pascual, señaló que son las propias consignas de los manifestantes las que declaran el contenido del descontento de la ciudadanía por las políticas que está llevando a cabo el gobierno de Sebastián Piñera.

Se trata de un malestar por el modelo de desarrollo que produce desigualdad y profundización de la pobreza en el país. “Si bien se han cambiado algunas cosas, el modelo se mantiene en lo esencial”, ejemplo de ello es que “no se ha tocado el nivel de privilegio del 1% más rico de la población, ni el nivel de privilegios de los empresarios”. Del mismo modo, no se ha entendido la desafección que tienen las personas por la política, por los privilegios que goza la elite en que ellos no pagan los costos como paga el resto de los chilenos. Asimismo, se refirió a que los servicios básicos de la población son negocios para los privados en vez de fortalecerlos  con políticas públicas en salud y educación. “No hay un fortalecimiento de un Estado constructor para dar cuenta de las necesidades de vivienda digna”,  que deja a la gente a merced de las empresas constructoras, dijo.

Aclaró la dirgenta PC y encaragda de género de la colectividad “que no se está pidiendo se estatice todo”, si no que garantizar mínimos derechos sociales en todos los ámbitos. Enfatizó que la gente entiende por derechos sociales la salud, la vivienda, sueldo digno, pensión digna, respeto al medioambiente no cooptado por sectores de la industria extractiva, forestal y minera. La situación que se presenta es la exportación de materias primas “haciendo pebre nuestro medioambiente”, concluyó.

Coincidió con la concejala que estas manifestaciones no explotan de la nada, ya que al menos desde hace 10 años se han venido viviendo distintos conflictos sociales, mencionó entre otros los del subcontrato del Cobre, los secundarios en el 2006, los universitarios el 2011, y el movimiento No+AFP. Entonces, ha habido situaciones de alerta, advirtió.

Gran parte del hastío es que “se ríen de la gente”, con declaraciones de las autoridades que le pedía a las personas levantarse más temprano para tener tarifa más barata.

En entrevista telefónica, la presidenta del Colegio de Matronas y Matrones del Regional Santiago, Katiuska Rojas, se refirió al último cambio de gabinete y la continuidad del Ministro de Salud, Jaime Mañalich. Al respecto señaló que pese a haberse hecho demandas por cambios profundos al sistema de salud que han expresado también los trabajadores de la salud, dicha autoridad siga a cargo de la cartera, quien ha dado maltrato a los usuarios por la falta de insumos, de profesionales de la salud y de infraestructura adecuada. Asimismo, ha querido identificar a los trabajadores de la salud como los responsables de la atención a los pacientes/usuarios cuando se han realizado paralizaciones, por ejemplo.

Señaló que este es un ministro que no merece seguir porque negocia con la salud pública, y en relación con el seguro que se crea para la clase media, se seguirá financiando las Isapres y al sistema privado.

Consultada sobre las situaciones de violencia sexual de género que las matronas han canalizado, mencionó las denuncias de acoso sexual hechas por las estudiantes de obstetricia, las que se han ido coordinando con el Instituto de Derechos Humanos INDH y el Colegio Médico, regional metropolitano. Se sabe de la presentación de 17 querellas de mujeres que han sido violentadas. Aprovechó de hacer un llamado a denunciar hechos que afecten la integridad física o psíquica, mencionando que éstos se efectúan de forma confidencial. También se ha generado un castro de violencia sexual hacia la población LGBTI+, dado que hacia ellos hay una connotación grave.

Militares en la calle

Con la medida de sacar militares para las acciones represivas, se rompió el pacto democrático, al decretar el estado de excepción, de emergencia y el toque de queda, cerrando la puerta a escuchar y optando por la violencia. El autoritarismo muestra a un Presidente de la República que cierra los ojos cerrados a la realidad.

En opinión de Pascual se trató de una “torpeza, un claro error y un fracaso absoluto del gobierno de Sebastián Piñera” porque en vez de dar una respuesta política lo que hace es reprimir a la gente sistemáticamente durante una semana entera, cierra el metro a las 4 de la tarde dejando a más de un millón de santiaguinos sin transporte para dirigirse a sus casas, lo que indigna mucho más.

No es lo mismo sacar militares a la calle cuando ha ocurrido un terremoto o un incendio de magnitudes, aunque también fueron las fuerzas policiales de Carabineros las que tuvieron manga ancha para coartar las libertades durante las protestas, aclaró.

Finalmente, y a modo de resumen se destacó como salida al conflicto el cambio a la institucionalidad con una reforma total a la Constitución con nuevas formas democráticas en una Asamblea Constituyente o Plebiscito. También la exigencia de justicia plena ante las violaciones a los derechos humanos. Del mismo modo, la acusación constitucional ha tenido gran aceptación en la ciudadanía, y terminar con proyectos de ley que no reforman nada, el aumento de los salarios, más inversión en salud y educación.