Emotiva ceremonia: Memorial en playa La Ballena, comuna de La Ligua, en recuerdo y homenaje a Marta Ugarte Román víctima de la represión política en la dictadura

El memorial en playa La Ballena, comuna de La Ligua. Recuerdo y homenaje a Marta Ugarte Román, víctima de la represión política en la dictadura cívico – militar.

El pasado sábado 28 de abril del presente año, La Ilustre Municipalidad de La Ligua, la Mesa Regional de Cultura, Memoria y Derechos Humanos y el Partido Comunista de Chile, inauguraron el quinto memorial de la “Ruta de la Memoria, Región Valparaíso”, que en esta ocasión recordó a Marta Ugarte Román; profesora chilena, detenida y asesinada por la DINA durante la Dictadura Cívico–Militar. Miembro de la dirección clandestina del Partido que enfrentaba a la dictadura. Póstumo y merecido homenaje a quien con su brutal caso marcó un antes y un después en la lucha contra las violaciones a los derechos humanos, develando el caracter terrorista de  los servicos de seguridad y el triste rol de la prensa oficial de la época junto a conspiscuos periodistas.

Presentes en la actividad los alcaldes de Canela, Bernardo Leyton, de los Vilos, Manuel Marcarian, la SEREMI de Cultura V Región; Lorena Pizarro, presidenta de la AFDD; Alicia Lira, presidenta AFEP; una delegación de la Confederación Campesina El Surco, delegaciones de Valparaíso, Viña del Mar, Cabildo, Petorca y del Comité Central del Partido comunista de Chile.

Importante resaltar que el alcalde de la Ligua le puso a la Planta Desanilisadora de la comuna el nombre de “Marta Ugarte.” La propia célula Marta Ugarte de La Ballena hermoseó y reinaguró como un sitio de memoria el lugar en donde fue encontrado el cuerpo de la profesora y dirigenta. Las Bordadoras de la Ligua entregaron una bandera bordada con el nombre de Marta Ugarte como presente a la dirección del Partido encabezada por el Secretario General, Lautaro Carmona.
Los hechos en 1976
En la playa la Ballena, localidad de Los Molles, comuna de La Ligua, se dieron cita cientos de personas para remomorar y rendir homenaje a esta mujer, profesora de Estado, que fuera vilmente asesinada por la DINA.
Para borrar la fechoría y las huellas del brutal crimen, fue lanzada al mar. Desde allí la fuerza del agua la devolvió hasta ese lugar donde fue encontrada. Trataron de ocultar el hecho, pero no pudieron.

El 12 de septiembre de 1976, en la playa La Ballena, de la localidad de Los Molles, fue hallado por Marcel Dupré David, un vecino del sector, el cuerpo de una mujer horrorosamente mutilada y con evidentes señas de participación de terceros en su muerte. La noticia no pasaba de ser una de tantas que las páginas rojas suelen consignar. Sin embargo a partir de su descubrimiento, una parte de la historia comenzaría a reescribirse.

Se trataba del cuerpo sin vida de Marta Lidia Ugarte Román, una profesora y dirigente del Partido Comunista que estaba desaparecida desde el 6 de agosto de ese mismo año. Los restos solo estaban cubiertos por “un trozo de tela y uno de alambre amarrado a su cuello, el que estaba cercenado y con signos claros de haber recibido apremios físicos, además, presentaba signos de pinchaduras en sus brazos”, señala la sentencia.

El montaje

Las torturas que eran evidentes en el cuerpo de Marta como su asesinato por parte de la DINA, fue ocultado por la prensa chilena, a través de un montaje periodístico. Parte de ellos fueron los periódicos El Mercurio, La Segunda y La Tercera, principalmente. Este último medio publicó el 12 de septiembre de 1976, en las páginas de la crónica roja, la noticia sobre el descubrimiento del cadáver de una mujer desconocida, que había sido encontrado por un pescador en la playa de La Ballena, en Los Molles. Según la información, “la mujer habría sido asesinada por varios delincuentes”, esa fue la única verdad que dijo.

La periodista de “El Mercurio”, Beatriz Undurraga, publicó una nota de su presunta autoría que tituló: “Crimen en la playa de los Molles. Asesinada hermosa joven de 23 años, presumiblemente estrangulada y abandonada en la playa”. Beatriz Undurraga vio el cadáver y aparentó una realidad falsa, mintiendo groseramente, buscando engañar al público. La noticia fue burdamente tergiversada, pues Marta tenía 43 años y su cuerpo, tan martirizado, no aparecía de ninguna manera joven ni bello. Imposibilitada de ocultar su deleznable acción, Undurraga intentó justificarse, señalando que “pensó que era más joven por la extrema delgadez de la occisa”.

Otro periodista, Pablo Honorato, dio a conocer la noticia en el mismo sentido falso en “Las Últimas Noticias”. Ambos intentaron hacer creer que se trataba de la acción de algunos delincuentes o de una pareja despechada, tratando de ocultar la verdad evidente que tuvieron frente a sus ojos. La campaña de tergiversación noticiosa resultó definitivamente inútil, ya varias personas habían reconocido a Marta Ugarte en las fotografías del cadáver aparecidas en la prensa. También sus hermanas.

Repudiados por sus pares

Estos seudo profesionales de las comunicaciones terminaron impunes en esta sentencia criminal, pues no les juzgaron. No aconteció lo mismo en el tribunal de Ética del Colegio de Periodistas, que sí realizó un reproche moral… en éste caso específico se citó a los periodistas involucrados en el montaje, pues “siempre se escucha al colega acusado, aunque éste opte, como sucedió en algunos de estos casos, por no asistir a las audiencias”. Recuerda el dirigente gremial que “algunos nunca asistieron a las audiencias, sin embargo sí lo hizo Beatriz Undurraga, de El Mercurio, quien con posterioridad al proceso del Colegio y la sanción que se le aplicó, en una entrevista en un medio de televisión, declaró que lo que más le había dolido, era la sanción del Colegio de Periodistas”.

La prensa de la época, tal como se relata en el documental El Diario de Agustín (2008), consignó el hecho como un crimen pasional. Los periódicos El Mercurio, La Tercera y La Segunda describieron a la víctima como una bella joven, muerta producto de un crimen pasional. La periodista que redactó la nota de prensa para El Mercurio, Beatriz Undurraga, fue entrevistada en dicho documental, afirmando que calificó de «joven» a la víctima porque así le había parecido al encontrar su cuerpo, que en realidad estaba muy delgado. No obstante, su nota de prensa, al igual que las de los demás periódicos, establecía específicamente que la edad de la víctima era de 23 años.

Patricio Martínez concluye que la “sanción se les aplicó (a los periodistas) entre otras cosas, por no haber cumplido con la premisa básica de los colegiados, cual es defender los Derechos Humanos”. Como señaló la presidenta del colegio de la orden, Javiera Olivares, “existieron colegas que no se han hecho cargo de su rol en la Dictadura”. Decenas fueron los montajes que estos profesionales avalaron con mentiras, donde ejecuciones fueron presentadas como enfrentamientos, entre ellos el de Rinconada de Maipú, donde una familia entera fue asesinada o el del periodista Augusto Carmona, editor en jefe del canal de la Universidad de Chile, asesinado el 7 de diciembre de 1977, caso que Pablo Honorato presentó como la “muerte de un subversivo en enfrentamiento”.

La verdad se impone

Marta Ugarte Román, fue secuestrada el 9 de agosto de 1976 por “agentes de la DINA, pertenecientes a la Brigada Purén (…), sin que existiera orden alguna, procedieron a su detención, en la consulta del Dr. Insunza, oficina que estaba siendo vigilada por los organismos de seguridad; luego fue trasladada al centro de detención clandestino conocido como Villa Grimaldi o Terranova, donde se le mantuvo privada de libertad, interrogada y sometida a apremios físicos, siendo reconocida e identificada, por otros detenidos, que en aquella época se encontraban en el mismo lugar”, consigna la sentencia.

“Aproximadamente el 9 de septiembre de 1976, Marta Ugarte Román fue trasladada junto a otros detenidos, desde el recinto Villa Grimaldi a la localidad de Peldehue, por agentes operativos de la DINA, lugar donde se le dio muerte, siendo cubierto su cuerpo con un saco y amarrada con alambre en su cuello, luego fue subida a un helicóptero Puma del Comando de Aviación del Ejército, cuya tripulación estaba constituida por un piloto, copiloto, un mecánico tripulante y un agente operativo de la DINA, aeronave que se elevó con destino a la costa, adentrándose en el mar, para enseguida desde la altura, lanzar su cuerpo en alta mar”, relata el fallo.

Las declaraciones de uno de los asesinos, Emilio Hernán Troncoso Vivallos, integrante de la agrupación “Purén”, a cargo del Oficial Germán Barriga, señala textualmente: “(…) Marta Ugarte Román, fue trasladada junto a 7 u 8 detenidos vivos, en una caravana desde Villa Grimaldi a un sector eriazo de Peldehue, donde fue inyectada a pretexto de ser vacunada, sustancia que no la mató inmediatamente, por lo que tuvieron que abrir el saco entre “todos” y ahorcarla con un alambre, amarrarla e introducirla a la fuerza a un saco que fue subido a un helicóptero, para posteriormente ser lanzado desde las alturas al alta mar (…) la inyección que le puso (Osvaldo) Pinchetti, no le hizo mucho efecto, porque cuando la estaban echando al saco seguía viva o semi inconsciente y como estaban apurados, entre todos abrieron el saco y la ahorcaron con un alambre”. (Algunos párrafos tomados de cambio21.cl también agradecimientos a Guillermo Adriazola).

https://www.facebook.com/guillermo.defierro/videos/854929898042375/

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Lautaro Carmona, Secretario General del PCCH, encabezó la nutrida delgación partidaria en la playa La Ballena, comuna de La Ligua. Emotivo discurso, reiterando intransable compromiso con verdad, justicia y memoria.

Palabras de Rodrigo Sánchez, Alcalde de La Ligua, en la ceremonia de inauguración del memorial, parte de la ruta de la memoria en la V región.

Destacada asistencia de vecinos, familiares de víctimas de la represión pòlítica y autoridades; entre ellas el parlamentario por la zona, Diputado Daniel Núñez.

Los asistentes, profesores con la foto de Marta Ugarte en el pecho, reafirmaron compromiso con la verdad, la justicia y la defensa de los derechos humanos.

El triste rol de los medios de comunicación oficialistas de la época también fue tema en la ceremonia. Acá una gráfica de aquellos oscuros años con el periodista Pablo Honorato, parte del montaje que buscó encubrir el siniestro crimen, mirando el cuerpo ya sin vida de Marta Ugarte Román.