Discurso del Presidente del Partido Comunista de Chile en proclamación presidencial de Alejandro Guillier

PROCLAMACIÓN DE ALEJANDRO GUILLIER.

Compañeras, compañeros.

Amigas, amigos:

El 23 de abril se realizó una gran asamblea de comunistas en el teatro Caupolicán de Santiago, lo repletaron unos 5000 militantes y adherentes, desbordantes de alegría y entusiasmo, por el éxito obtenido en la campaña de refichaje.

Ese día, era propicio para proclamar  nuestra candidatura presidencial, pero sin embargo, el PC hizo ese día un gran gesto en aras de la unidad de la centro izquierda, postergamos la proclamación porque pensábamos que aún era tiempo de llegar a acuerdo para definir una candidatura única en primarias legales.

Lamentablemente no se logró concretar la elección de un candidato único en primarias.

Es por esta razón que hoy, en este acto solemne, sencillo, pero de alta significación, en nombre y representación del Comité Central y del conjunto del Partido Comunista de Chile,  proclamo, como nuestro candidato a la Presidencia de la República, al Senador Alejandro René Guillier Álvarez.

Y, siendo coherentes con la candidatura ciudadana que usted representa, están presentes en este salón  dirigentes sociales de todos los ámbitos: dirigentes sindicales, de la minería, de la construcción, del metal, del retail, de las ferias libres, del transporte, de actividades marítimas y portuarias, de la pesca,  del sector público, dirigentes poblacionales, de mujeres, de la tercera edad y pensionados, de clubes deportivos, de la diversidad sexual, de pueblos originarios, de los estudiantes universitarios y secundarios, de la pymes, de cooperativas, de usuarios de la salud, de discapacitados, de los sin casa y comités de vivienda, de campesinos, temporeros y migrantes. Está representado el mundo  intelectual y académico, premios nacionales de arte, escritores, pintores, actores, músicos, cantantes. De los medios de comunicación. Están representadas las diversas organizaciones de derechos humanos, de nuestros detenidos desaparecidos, exonerados, ex presos, torturados y exiliados.

Es en estas manos, que representan y conocen la realidad de nuestra sociedad, que dejamos vuestra candidatura.

Y lo hacemos con la seguridad que usted es el único candidato de centro izquierda  que puede y está en condiciones de derrotar a Piñera en primera o en segunda vuelta.

Como lo dijimos en el Caupolicán, iremos a las calles, a los casa a casa, para comunicar, a las chilenas y chilenos, in extenso, las leyes aprobadas o en trámite de este período de gobierno en que hemos participado, que favorecen a los jóvenes, a las mujeres, a los niños, a los adultos mayores, a los trabajadores, a los pueblos originarios, para solicitarles con toda claridad que nos acompañen para defender estas reformas y conquistas de la voracidad del piñerismo que pretende eliminarlas para seguir haciendo negocios con la educación, los fondos previsionales, con la salud, con los derechos de los trabajadores y que, como guinda de la torta, propone  bajarles los impuestos a los ricos, o sea, a él mismo y a un puñado de sus principales socios.

Consideramos que es sobre la base de las grandes reformas sociales aprobadas o en curso que debemos plantearnos un nuevo programa de gobierno, que abra las puertas a más desarrollo, que supere el agotamiento del modelo neoliberal de mercado “rentista”.

Es posible  crecer de manera estable, morigerando  la dependencia de los vaivenes cíclicos de la economía mundial, en una relación más armoniosa y racional entre la globalización y el desarrollo de capacidad productiva interna, que provea de puestos de trabajo estables y salarios dignos.

Chile reclama un Estado Solidario que oriente el crecimiento del país, garantizando que la renta de nuestros ricos recursos naturales tenga como destino principal el bienestar de los habitantes de Chile, para ir terminando con la profunda desigualdad que impera en nuestra sociedad. Un Estado que asegure a la vez un desarrollo sustentable, basado en estándares que protejan el medio ambiente tan afectado por la depredación.

La mayoría del país, el pueblo soberano, está por la aprobación de una Nueva Constitución, que refleje y organice institucionalmente los grandes desafíos de la sociedad chilena en el siglo XXI, que garantice los derechos fundamentales de los chilenos.

Como lo dijimos en el Caupolicán, vamos a proponer para una discusión de programa, completar la Reforma Educacional, que provea el derecho a una educación pública, gratuita y de calidad a todos los infantes, niños y jóvenes, chilenos o residentes en el país; ii) iniciar una importante reforma de la Salud, instalando los principios de Solidaridad, Integralidad, Igualdad, Universalidad y Gratuidad como ejes rectores; iii) realizar una profunda reforma al sistema de Seguridad Social, que contenga como uno de sus componentes esenciales un sistema universal de Pensiones basado en la cooperación intra e intergeneracional (un fuerte pilar de reparto); iv) garantizar el efectivo derecho a contar con una información veraz, oportuna y diversa y el derecho a una institucionalidad cultural que dé cuenta de esa diversidad y sea garante de su incorporación al proceso educativo. v) adoptar medidas que avancen en la solución de los principales problemas que hoy deterioran severamente la calidad de vida: carencias en vivienda y urbanismo; transporte público y seguridad ciudadana.

Está en deuda la continuidad de la Reforma Laboral, para superar el carácter precario del empleo y mejorar las condiciones de retribución, tanto del trabajo asalariado como del ingreso por cuenta propia.

Creemos en el derecho a vivir en Chile en la vigencia plena y permanente de los Derechos Humanos, sin ser objeto de discriminación de ninguna especie.

 Pensamos como necesario superar las odiosas discriminaciones de género, de edad o de origen racial. Estamos por la integración armoniosa de todos los pueblos que habitan el territorio en los marcos de un Estado plurinacional.

Se necesitan programas efectivos para combatir la delincuencia.

La ciudadanía exige terminar con la corrupción que emerge de grandes empresas, que contamina la política y que campea incluso en instituciones armadas y policiales.

Y por cierto nos hacemos cargo de la demanda para que el estado chileno tome en sus manos la explotación del litio, una de nuestras riquezas fundamentales.

Y respecto de la crisis hídrica que vive el país pensamos que debemos avanzar hacia la nacionalización del agua.

Estimado senador y candidato:

Estas son algunas propuestas gruesas, sabemos que usted está avanzando con responsabilidad y mucha acuciosidad en un Programa de Gobierno, queremos contribuir a la formulación del programa, pero como usted mismo lo ha dicho y estamos muy de acuerdo en ello y lo vamos a acompañar y reforzar ese proceso, que usted ya ha comenzado y que no es otra cosa, que la imprescindible participación de la ciudadanía, en la construcción de nuestro programa de gobierno.

Confiamos en usted como candidato, confiamos en que mantendrá a firme la unidad de la centro izquierda como garantía de triunfo y que nos encontraremos siempre en el propósito de servir al país, de avanzar en democracia y justicia social, en el respeto a los derechos humanos, en la tarea de terminar con la brecha de desigualdad que agobia a nuestra sociedad y que en el ámbito internacional sabrá conducir al país en la defensa de su soberanía en su más amplia expresión, teniendo como principal norte la Paz en el  mundo, la integración de nuestros países latinoamericanos, la no injerencia, la solución política y pacífica de los conflictos, el respeto por los derechos de las personas.

Estamos con usted, lo respetamos como candidato independiente y su vocación ciudadana.

Tenga la seguridad que lograremos más firmas de las que se necesitan para inscribirlo como candidato, y que usted será el próximo Presidente de la República.

Chile puede, el pueblo puede, tener un Presidente que lo represente de verdad,  Alejandro Guillier.