Nos convocamos al XXIII Pleno de Comité Central, tras el proceso electoral vivido los días 26 y 27 de octubre que convocó a 13.113.598 votantes a las urnas, 84,92% del padrón, para elegir a sus representantes en los gobiernos regionales y los municipios. Cantidad histórica. Y primera elección de autoridades de gobierno local y regional que enfrentamos con voto obligatorio e inscripción automática.
Este XXIII Pleno, se enmarca, también, en el desarrollo de nuestro XXVII Congreso, el que a la fecha ha culminado sus niveles de debate celular y comunal, así como tres congresos regionales y sectoriales.
Nuestro XXIII pleno del Comité Central nos convoca y obliga a profundizar en el análisis sobre el cuadro internacional. Lo que señalábamos en nuestros últimos plenos, respecto del avance y la ofensiva de la ultraderecha a nivel mundial, sigue siendo una amenaza latente. Si bien, en esta elección municipal y de gobiernos regionales la derecha no avanzó todo lo que se esperaba, eso no significa que estamos frente a un retroceso de la ofensiva de la ultraderecha. El resultado expresa su objetivo crecimiento.
La situación de la humanidad es de extrema gravedad y Chile, país y pueblo ubicado en uno de los rincones del mundo, no está ajeno a esta crítica situación. Muy por el contrario. El imperio norteamericano y sus aliados de la OTAN, siguen abriendo zonas de guerra directas. En Gaza, no sólo impulsan y respaldan el genocidio y exterminio en contra del pueblo Palestino, también extienden sus acciones militares hacia El Líbano; Siria; Irán, y varios países del Cuerno de África. Continúan impulsado la guerra en contra de Rusia. Militarizan cada día más el SudEste Asiático en contra de China. Abriendo focos directos de posibles conflictos militares a escala regional y planetaria.
En el Cono Sur de nuestro continente, es evidente que Estados Unidos impulsa tensiones crecientes con varios países (Venezuela; Brasil; Colombia; México; Colombia; Cuba; Nicaragua; Honduras; Bolivia). El Gobierno de Argentina, incluso, abre provocaciones con países vecinos, incluido Chile, mientras profundiza sus alianzas militares con Estados Unidos, y, de manera bastante increíble, con Gran Bretaña, especialmente respecto de sus intereses en La Antártida. 187 países han exigido en la Asamblea General de la ONU el fin al bloqueo a Cuba, que esas naciones consideran un genocidio en contra del pueblo cubano. Sólo Estados Unidos e Israel se opusieron, y Moldavia se abstuvo.
El énfasis en la agenda de seguridad, las demandas en torno a las matrículas para los chilenos versus los migrantes en la educación pública, la exigencia del fin a las listas de espera que el Gobierno de Sebastián Piñera I y II no fue capaz de abordar, el llamado a cuidar las fronteras e impedir el ingreso de más migrantes, así como demandas tan sensibles como transporte, luminarias, limpieza y orden, han sido el centro de la agenda que ha planteado la derecha. Todos, absolutamente todos, temas que tienen un impacto directo en la calidad de vida de la clase trabajadora y los sectores más vulnerables de nuestro país.
Ha sido también la derecha quien ha colocado las condiciones materiales y económicas en el centro de la agenda, al alero de la crítica al Gobierno. Al calor del debate del crecimiento, y la urgencia por un mayor crecimiento del país, que sólo esconde el ansia de seguir generando riqueza a costa de las grandes mayorías, han logrado permear con su propuesta de que sólo con crecimiento será posible generar más empleo y mejores salarios, omitiendo en ello el rol del Estado como garante de que el crecimiento llegue a todos y todas. Este discurso, que ha sido tan propio de los sectores conservadores, toma cada día más fuerza en los sectores populares e impacta más allá de la agenda pública y mediática. Esta disputa, que trasciende con creces el ámbito meramente electoral, se traduce, también, en un respaldo que les ha permitido la construcción de mayorías electorales.
El relato respecto de la revuelta popular, enmarcada exclusivamente en el ámbito de los hechos de violencia, no es otra cosa que un relato que permita hacer sostenible su estrategia política y su ofensiva política para el tiempo presente. Desde nuestra vereda, debemos reconocer lo complejo que ha sido tener una estrategia de más largo plazo que coloque estos énfasis en nuestro discurso. Dentro de nuestras tareas, debiese estar el analizar el fenómeno de construcción política-estratégica de la derecha, para consolidar una estrategia propia que no sólo responda a la coyuntura.
Este es un esfuerzo que no hemos hecho solo como Partido. Debemos reconocer que desde el Gobierno se ha impulsado con fuerza la urgencia de no dejar de atender las demandas incumplidas o aún insatisfechas que la ciudadanía expresó de manera multitudinaria en las calles. Esto no sólo ha estado presente en el marco de la conmemoración del 18 de octubre, sino también en el marco de la última cuenta pública presidencial del mes de junio, en que el Presidente Boric señaló con firmeza que aún hay demandas incumplidas. Estos planteamientos que hiciera el ejecutivo y el propio Presidente de la República, son precisamente planteamientos que hemos impulsado como Partido Comunista.
Lo ha señalado con firmeza nuestro Presidente del Partido, hoy vivimos una crisis de las instituciones, que no es sólo una crisis política, es una crisis de confianza, donde el abuso del poder es un común denominador. Tenemos el deber como Partido, no sólo de seguir evidenciando esta crisis, sino también de actuar y proponer reformas y medidas que impidan que la lógica del abuso se naturalice en nuestro país.
Fue precisamente la demanda contra los abusos, la que estuvo muy presente en octubre del 2019. Cinco años después aún no hemos podido dar una respuesta clara y contundente para que los poderes del Estado tenga mejores y mayores mecanismos de control y regulación. Frente a esta degradación conocida, dar respuestas debe ser una tarea principal. No resulta suficiente hablar de reformas al sistema político para impedir la fragmentación o el discolaje, si no asumimos que ello exige y demanda mecanismos de control y fizcalización eficaces, más allá de instituciones autónomas como la Contraloría.
Respecto del cuadro electoral, hoy podemos hacer un primer análisis sobre los resultados, considerando la construcción del acuerdo municipal en adelante. Será tras este Pleno, y en el marco de nuestros debates partidarios, que debemos profundizar un análisis más acabado, comuna por comuna, región por región, de los resultados electorales obtenidos por nuestro Partido. Y también, por el pacto municipal que acordamos.
No obstante este análisis más acabado que debemos profundizar con nuestras estructuras, hoy es posible entregar algunos elementos para el análisis. Uno de ellos, ya lo señalábamos, es el propio cuadro nacional y la ofensiva que hemos vivido por parte de la derecha y su plan político-estratégico desarrollado desde el 2019 a la fecha. Otro antecedente a tener a la vista, son las acciones del Gobierno y el impacto o alcance de las reformas y los anuncios de proyectos de ley que hemos realizado en este mandato. Pero hay un factor que no depende solo de factores “exógenos” y que requiere una mirada con detención, a saber, nuestra propia capacidad como Partido para enfrentar, en unidad, el desafío electoral.
Al calor del Pleno del 27 de Julio, y ad portas de cerrar el proceso de negociación municipal y de gobernaciones regionales, señalábamos la importancia de la unidad, como una herramienta que nos permitiese no solo detener el avance de la derecha, sino también, consolidar las posiciones y proyecto del mundo oficialista, incluyendo en ello a la Democracia Cristiana.
Hicimos un acuerdo las 11 fuerzas políticas, hasta ese momento sin fusión del FA, que conformamos el pacto “Contigo Chile mejor”. Ese acuerdo se tradujo en la disputa, por parte de nuestro Partido, de 21 alcaldías a nivel nacional, siendo 18 de ellas militantes PC.
En materia de concejales, hicimos alianza con el Frente Amplio y Acción Humanista, fuimos a la disputa de 660 concejalías, 481 PC y 179 independientes. Nuestro Pacto “Por Chile, seguimos” presentó en total 1453 candidaturas a concejales.
En cuanto a gobernaciones regionales. Nuestra apuesta fue, como tarea principal, la disputa por la Gobernación de la Cuarta Región, encabezando esta tarea el compañero Javier Vega. Y levantamos candidatura, además, en Árica y Parinacota con el compañero Carlos Yévenes. Todos bajo el pacto “Por un Chile y sus regiones” que agrupaba a gran parte de las fuerzas del oficialismo, PS-PPD-AH-FA-PC.
Respecto de nuestra lista de CORES, construimos alianzas con Acción Humanista, presentando 147 candidaturas, 111 PC y 36 independientes. Presentando, como Pacto “Todas y todos por Chile”, un total de 178 candidaturas a nivel nacional.
De las 5 alcaldías en las que apostábamos a la reelección, solo mantuvimos dos, Lo Espejo y Recoleta. En cuanto a concejalías, elegimos 105, incluidas en ellas las candidaturas independientes en nuestro sub pacto. Como PC elegimos 97 concejales y concejalas. Respecto de la gobernación regional, vamos a enfrentar una batalla épica en la cuarta región, tras haber obtenido el segundo lugar en la primera vuelta. En materia de CORES, logrando grandes votaciones, llegamos solo a 15 electas y electos, siendo 12 PC.
Respecto de las disputas de nuevos municipios, aquellas donde logramos ganar la primaria dentro del Pacto, no se consolidaron como nosotros esperábamos. Quedando en tercer lugar, en el caso de Antofagasta. En segundo lugar, en el caso de Talca. Y con una segunda mayoría, también, en la Florida. En el caso de Nogales, tampoco logramos el triunfo. En Conchalí, donde llevábamos la candidatura principal del Pacto, no logramos derrotar a la derecha y en el caso de Macul, pese a los esfuerzos persistentes que se hicieron por el cumplimiento del Pacto, nuestra candidatura obtuvo la tercera mayoría. Igual situación se dio en Villa Alemana.
Ahora bien, tal como señalamos, si las fuerzas de oposición logran unirse, enfrentamos un riesgo cierto de perder la próxima elección presidencial y parlamentaria. El camino de la unidad, entonces, se constituye en una urgencia y necesidad. Unidad que no sólo debe consolidarse en acuerdos nacionales, sino que debe concretarse de manera sólida. Donde ello no ocurrió, en el marco de este proceso electoral, las fuerzas progresistas y de izquierda fuimos derrotadas. Por lo tanto, no basta con decretar la unidad, necesitamos que ésta se consolide desde las bases mismas.
Unidad que no sólo es electoral. Una unidad que tiene que tener como sello principal, una agenda, plataforma y programa transformador y una agenda concreta de acciones por el buen vivir. Una unidad que debe entenderse desde la diversidad, y donde nosotros, como Partido Comunista, también debemos bregar porque nuestro sello tenga más visibilidad. Es valioso debatir y analizar cuán beneficioso fue el acuerdo electoral que suscribimos, la unidad que promovimos en el marco del acuerdo municipal, con los resultados a la vista. No obstante, siendo legítimo ese debate, lo cierto es que ningún actor cuenta hoy con la fuerza propia para imponerse frente a la derecha.
El Pleno saludó la aprobación por amplia mayoría, en consulta al Magisterio, de la propuesta de reparación de la deuda histórica que le presentó el Gobierno a los y las docentes, propuesta y diálogo que ha encabezado nuestro compañero ministro Nicolás Cataldo con el Colegio de Profesores. En esta aprobación reconocemos las décadas de luchas de los profesores y profesoras por el reconocimiento de la deuda del Estado de Chile con sus docentes y la lucha sin fin por una reparación en justicia.
Además, se resolvió, entre otras materias:
- El Comité Central expresa el mayor de los reconocimientos saludando a cada uno y una de los candidatos y candidatas que nos representaron en las recientes elecciones. Nuestro saludo con reconocimiento militante a los que asumieron el desafío y la tarea de llevar la propuesta comunista a cada uno de los territorios.
- Nos hemos reunido como Comité Central a 72 horas de desarrollada la elección, siendo este pleno el primer intercambio post elecciones y probablemente uno de los primeros intercambios de colectivos de dirección de los Partidos tras el proceso del 26 y 27 de octubre. Este es un primer intercambio del Comité Central que no pretende agotar el debate, el que se debe profundizar con las estructuras.
- El Pleno expresa saludo y reconocimiento a cada una de las autoridades electas y reelectas en este proceso electoral, especial reconocimiento a nuestro compañero Fares Jadue, electo alcalde en Recoleta y nuestra compañera Javiera Reyes, reelecta alcaldesa de Lo Espejo. En ellos, se saluda y reconoce el trabajo de los equipos de campaña, así como del conjunto de candidatos y candidatas de nuestro Partido y el Pacto, que permitieron consolidar gestiones que están al servicio de los habitantes de sus comunas.
- El Comité Central, además, expresa su reconocimiento a la compañera Irací Hassler, alcaldesa de Santiago, por el trabajo y gestión desarrollada bajo su período alcaldicio. Reconocemos la entereza con la que enfrentó una campaña electoral marcada por las Fake News y destacamos los avances en su gestión.
- Celebramos y saludamos los resultados electorales obtenidos como Pacto. En un escenario con una crisis de las instituciones en ciernes, la alta participación en el proceso electoral demuestra que la ciudadanía si tiene voluntad de participar y que reponer el voto obligatorio era una decisión correcta.
- Destacamos que la expresión soberana reconociera con primeras mayorías nacionales a representantes del progresismo y la izquierda. La unidad que permite dar certeza, estabilidad y gobernanza es lo que ha sido valorado por la ciudadanía.
- No obstante, la valoración de los resultados obtenidos como Pacto, sabemos que la tarea de profundizar la unidad exigirá un trabajo de corto, mediano y largo plazo. Reconocemos el valor de profundizar la unidad y asumimos, como Comité Central, que solo en unidad es que podemos detener la ofensiva de la derecha que, si bien no se consolidó electoralmente, si se consolida como tendencia representa un riesgo real en nuestro objetivo de construir mayorías para cambios y transformaciones que aseguren que las familias trabajadoras puedan vivir bien y seguros.
- El Comité Central recalca la importancia que reviste el escenario electoral y los resultados de éste, como un puente para el fortalecimiento del mundo social. La unidad social y política más amplia en función de las transformaciones por y para el buen vivir de la gente.
- Lograr el triunfo del compañero Javier Vega en la elección de la segunda vuelta de la Gobernación de la Cuarta Región es una tarea prioritaria para nuestro Partido.
- Otra tarea de primer orden es la reelección de los Gobernadores que van a la disputa de la segunda vuelta, encabezada por la contienda electoral de la Región Metropolitana; así como en la Quinta Región, Décimo Quinta, Tercera, Sexta, Séptima, Octava y Novena región. Se trata de impedir por todos los medios que la Derecha triunfe en estas segundas vueltas.
- Respecto de las urgencias, se ha señalado como principal preocupación del Comité Central los pendientes que como Gobierno nos apremian. Una de ellas tiene que ver con las listas de espera y la crisis del sistema de salud; los graves problemas de infraestructura que enfrentamos a nivel de la educación escolar; las urgencias económicas y la necesidad de hacer mayores esfuerzos por concretar apoyos directos a la ciudadanía, entre otros aspectos. En este sentido, el Comité Central reafirma la necesidad de proponer una agenda corta de necesidades inmediatas que pueda ser discutida con el Gobierno en el marco del debate presupuestario en curso.
Se debe hacer un análisis detallado región por región y comuna por comuna de los resultados electorales; tanto el informe presentado al XXIII Pleno como el cuerpo de resoluciones, se constituyen en instrumentos orientadores de nuestro debate, pero también y por, sobre todo, de nuestra acción política.
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