Queridos compañeros y compañeras, autoridades de la República, representantes del mundo político y social que nos acompañan en este emotivo momento.
Permítanme primero, saludar con gran aprecio y respeto a la familia del compañero Guillermo Teillier, a sus hijos e hija, a sus hermanos y hermanas y a muy especialmente a su compañera Margarita. Saludar también a los y las militantes de nuestro Partido y su juventud, quienes hoy nos congregamos a despedir con honores a nuestro compañero Presidente.
Me ha correspondido la gran responsabilidad rendir en representación de las Juventudes Comunistas de Chile, el justo homenaje que se merece el compañero Guillermo.
Hoy nos toca la difícil misión de despedir al Presidente del Partido y lo hacemos con un profundo pesar, inclinando nuestras banderas ante quien fuera un hombre de gran estatura, un conductor revolucionario, un imprescindible. Nuestras rojas banderas rinden homenaje al compañero inclaudicable.
Querido compañero Guillermo, tu partida es una gran desgarradura para los y las comunistas, para tu pueblo al cual te entregaste por completo, para la Jota, esa misma que no ha cesado de rendirle honores a tu ejemplo, el que sin duda es el mejor legado para quienes día a día con la sana satisfacción y orgullo se unen a engrosar las filas de la gloriosas Juventudes de tu Partido.
Sin embargo hoy, a pesar de lo triste que pueda ser esta labor, estamos lejos de despedir tu figura de noble estatura. Hoy hemos sido miles quienes nos convocamos para honrar la vida – tu vida- la de aquel insigne luchador político y social, la del militante ejemplar, la del compañero formador de generaciones de comunistas chilenos y chilenas.
En estos días nos han preguntado incansablemente que ha significado para nosotras y nosotros el legado del compañero Guillermo, y tu historia militante es la respuesta que sirve para saciar a quienes hoy aún desconocen la magnitud de tu ejemplo.
Recién empinando tus cortos trece años, en 1957 ingresaste a las Juventudes Comunistas. Siendo un muchacho del siglo XX – como dijera Volodia- te hiciste dirigente estudiantil y un ávido integrante de círculos culturales y literarios, sin duda el arte y las letras desempeñaron un papel fundamental para reafirmar tus convicciones de joven revolucionario.
Tu trayectoria como joven dirigente comunista es de digna admiración para quienes con tu ejemplo -y el de tantos- nos formamos en la lucha. ¿Cómo no sentir profundo respeto y tamaña admiración de generaciones de militantes que contribuyeron al desarrollo vía chilena al socialismo?
La audacia y decisión siempre te acompañaron, y así fue cómo continuaste cumpliendo tareas en el Partido, entregándote por completo a pesar de los riegos que significaba enfrentar al fascismo en aquel fatídico Golpe de Estado, que después se transformaría en una larga noche que caería en nuestra patria.
A pesar de las flagelaciones que sufriste cuando la dictadura te hizo prisionero, tu inclaudicable compromiso no cesó y fue así como te entregaste por completo a recomponer la Dirección del Partido junto a Gladys, luego que la dictadura secuestrara e hiciera desaparecer a las direcciones clandestinas del Partido, con el propósito de aniquilar al PC.
Hay quienes, a estas alturas, a 50 años del Golpe de Estado Cívico Militar, se atreven a cuestionar el legítimo derecho de los pueblos a rebelarse contra la tiranía, he intentan hacernos retroceder, como si los y las militantes comunistas se avergonzaran de haber adoptado todas las formas de lucha para terminar con la dictadura y recuperar la democracia para Chile.
Entonces es bueno que sepan y también sepamos las nuevas generaciones de comunistas, que no hay nada más valioso que llevar con orgullo la consecuencia de nuestra promesa militante de luchar “por la clase obrera y del pueblo (…) estando dispuestos y dispuestas a dar la vida por esto si ello fuese necesario”. Con estas palabras espero poder representar lo que significó tu rol como conductor revolucionario en los momentos más duros de la dictadura, donde la política de rebelión fue sin duda la formadora de jóvenes militantes audaces y rebeldes.
Compañero Guillermo, Presidente, los y las jotosas sentimos el gran compromiso y responsabilidad histórica que la militancia comunista tiene por la democracia, aquella tarea incesante del Partido que lideraste. Tal convicción la hemos asumido como una obligación de una lucha colectiva, donde nos la hemos jugado por completo por romper cada uno de los candados dejados por la dictadura y construir así la anhelada justicia social que el pueblo ha exigido.
La Juventudes Comunistas, a las que siempre valoraste y estimulaste su crecimiento y a las cuales consideraste uno de los principales motores del Partido, hemos sabido y seguiremos cumpliendo con ese deber. Con Alegre Rebeldía corrimos los cercos de lo “posible” y estaremos en las escuelas, universidades y poblaciones, levantando los anhelos y esperanzas de aquella juventud que se esmera día a día en construir un país más justo.
Tu recuerdo será el de un luchador social que estuvo del lado correcto de la historia -siempre junto a los trabajadores y trabajadoras- y ese mismo será el ejemplo que nos impulse a la unidad, empujando y haciendo avanzar el programa de Gobierno del Presidente Gabriel Boric. Tu afán de abrir paso a constituir la política, con una gran capacidad de conducción colectiva que integrara las diversas cualidades y fortalezas del Partido, es y será la mejor garantía para cumplir tamaña responsabilidad histórica.
Hoy la Jota que vuelve a conducir la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, esa misma que se constituyó como pieza fundamental para la disputa del poder local y parlamentario del Partido, estará de desplegándose a lo largo de todo Chile para saber cumplir.
Honor y Gloria al compañero Presidente del Partido Comunista de Chile Guillermo Teillier del Valle.
Comité Central Juventudes Comunistas
Santiago de Chile, 31 de Agosto del 2023
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