La lucha de Palestina es conocida y larga en el tiempo, está marcada por el heroísmo de un pueblo que no quiere otra cosa que vivir en paz. Hoy, primer día de este mes de julio, debía iniciarse la anexión prometida del Valle del Jordán por parte de Israel, rompiéndose unilateralmente así, una vez más, la convivencia de dos pueblos que no debería ser sino pacífica.
Israel, como es bien sabido, no quiere negociar con Palestina si no es sobre la base del llamado “Acuerdo del siglo”. Acuerdo que, al igual que su pretenciosa denominación, es obra del desprestigiado presidente de EE.UU., Donald Trump. La iniciativa se basa en la idea de la coexistencia de los dos estados, y, como señaló Trump, ésta sería la última oportunidad para los palestinos de ganar la condición de Estado. En general, el plan norteamericano congela la expansión territorial de Israel, pero conserva los asentamientos judíos ya existentes en Cisjordania.
El plan reconoce que Israel debe tener soberanía sobre el valle del Jordán y otras áreas estratégicas, legitimando la ocupación israelí, motivo por el que, -además de otros- Palestina lo rechazó oficialmente. Así lo afirmó el líder palestino Majmoud Abbas, agregando que “nuestra posición no ha cambiado en dos años, y no cambiará: damos prioridad al frente de resistencia para frustrar los planes israelíes”.
Representantes del gobierno israelí han señalado que la fecha del 1 de julio “no es sagrada”. Netanyahu, por otra parte, ha pedido a los palestinos que regresen a la mesa de negociaciones; pero insiste en que la base para ellas es el “acuerdo del siglo”. Posición que resulta inaceptable para los palestinos, ya que los problemas deben resolverse pacíficamente sobre la base de los acuerdos y las resoluciones de la ONU sobre el particular, que, en general, afirman que los asentamientos israelíes «no tienen validez legal», siendo calificados como una «flagrante violación» del derecho internacional.
Así, la anexión de Cisjordania por Israel, de llevarse a cabo, no resolverá ningún problema. Por el contrario, solo llevaría a mayores catástrofes y sufrimientos de la población. Palestina no quiere la guerra y está intentando por todos los medios evitar la escalada en la región.
El Partido Comunista de Chile se suma a la condena mundial categórica de las fuerzas democráticas a la actitud irresponsable y ajena al sentido común de Israel, respaldada por las fuerzas del imperialismo norteamericano, y apoya la justa lucha del pueblo palestino por sus derechos.
PARTIDO COMUNISTA DE CHILE
Santiago de Chile, 1º de julio 2020
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